VALORACIÓN CRÍTICA
DE
RÉQUIEM POR UN CAMPESINO ESPAÑOL
Comente los aspectos más
relevantes de la obra que ha leído del período comprendido entre 1939 y 1975 en
relación con su contexto histórico y literario.
La
obra que he leído de este período es Réquiem
por un campesino español de Ramón J. Sender. Este autor es el novelista más
importante de entre los exiliados. Nació en Chalamera (Huesca) en 1902 y murió
en San Diego (California) en 1982. Desde la publicación de Imán, una novela sobre la guerra de Marruecos, ya figura a la
cabeza de la "novela social" de la época, los años treinta. Y hasta
1936, año en que publica Mr. Witt en el
Cantón y por la que obtiene el Premio Nacional de Literatura, va a publicar
seis novelas, incluida la del premio, que lo convierten en el modelo de
"escritor comprometido". Baroja dirá de él que era, en 1936, el
escritor joven que más porvenir tenía en España, junto a García Lorca. Luego
estalla la guerra y pierde a su mujer y a su hermano, antiguo alcalde de
Huesca, fusilados. Tras recuperar a sus hijos, pasa a Francia y de allí, a
América, hasta establecerse definitivamente en los Estados Unidos. Comienza un
largo exilio: la soledad, la culpa, la memoria, la obsesión de la muerte le llevan
a escribir entre 1939 y 1960 novelas fundamentales para la historia de la
literatura española. Destacan las nueve novelas de Crónica del alba (1942- 1966), obra en la que evoca su propio
pasado y las circunstancias históricas en que aconteció y, Mosén Millán, de 1953, que será retitulada más tarde Réquiem por un campesino español. En
ella, trata el tema de la Guerra civil con técnica realista y, pese a su
brevedad, es sin duda su obra maestra.
En
un pueblecito aragonés limítrofe con Lérida, el cura se prepara para decir una
misa en sufragio de Paco el del molino;
el monaguillo recita un romance que recrea la vida de Paco e informa a cada
rato de que la iglesia continúa vacía. Tan solo aparecerán los tres ricos de la
población: don Valeriano, don Gumersindo y don Cástulo. Estos ofrecerán pagar
la misa y el cura rechazará la oferta, porque considera que el oficio de
réquiem es cosa suya. Mientras dura la espera, el sacerdote evoca en un
admirable contrapunto entre pasado y presente la vida de Paco, que ha sido
fusilado un año antes, víctima de los odios desatados en la Guerra civil. Son
numerosos los temas tratados: la injusticia social, la pobreza y la
marginación, el odio, la venganza, la muerte…, pero sobre todos destaca el de
la amistad y la traición. ¿Cómo Mosén Millán, que ha bautizado y casado a Paco,
de quien se consideraba amigo, puede
denunciarlo, convencerle para que se entregue y, al confesarlo antes del fusilamiento,
decirle estas palabras: -A veces, hijo
mío, Dios permite que muera un inocente. Lo permitió de su propio Hijo, que era
más inocente que vosotros tres ? . Este tema proyecta sus sombras sobre la
función de la Iglesia católica en aquellos momentos, cuya pasividad la hizo
cómplice de los poderosos, y sobre cualquier creencia, religiosa o no, que justifique la inhibición ante la muerte
de inocentes. Inocencia y culpabilidad es otro de los temas a los que nos
enfrenta el autor.
Los
personajes principales son Paco el del
molino y Mosén Millán. Son
amigos, pero desde la visita a las cuevas, donde vivían los más pobres, para
dar la extremaunción a un moribundo, Paco se irá distanciando del sacerdote: él
no acepta la injusticia, mientras que el cura la justifica. Desde ese momento,
descubre el lector que la brecha se va a ir haciendo cada vez mayor hasta
llegar al trágico desenlace. Se ha visto en los personajes un fuerte contenido
simbólico: si la aldea
es España, Paco el del molino es el pueblo; Mosén Millán, la Iglesia; 'los ricos' son la clase alta, la propiedad
tradicional y los nuevos burgueses. Sucede que, ante el conflicto con el Duque,
se imponen las fuerzas tradicionales apoyadas por el nuevo orden, nacido de la
guerra, y la Iglesia se inhibe. Paco el
del molino, el pueblo, es traicionado por Mosén Millán, la Iglesia, y entonces el pueblo dejará vacío el
templo el día del réquiem, es decir 'el pueblo' se halla en contra de los
poderosos y de la Iglesia.
La
estructura externa consiste en un texto seguido que carece de división en
capítulos o secuencias, un texto unitario que se organiza en torno a nueve
alternancias presente-pasado, que nos
cuentan la vida de Paco el del molino
mediante la evocación de Mosén Millán,
desde el bautizo hasta la detención, la confesión y la muerte. Al mismo tiempo,
el monaguillo ha ido recitando un romance que recrea 'una vida literaria' de
Paco, inventada por la imaginación popular, que va adelantando los
acontecimientos que luego evocará M. Millán desde su conciencia culpable. Con
ello, el texto sigue tres líneas: la narración del presente (seguramente en el
año 1937), en tercera persona, con un narrador testigo; la evocación de Mosén
Millán que, no obstante tratarse de sus recuerdos, está narrada mediante un
narrador de 3ª persona omnisciente; y el
romance, que añade un visión
épico-lírica sobre el protagonista.
El
marco espacio-temporal está constituido por un pueblecito aragonés en la
frontera con Lérida, un pueblo como tantos otros, con sus campesinos, sus ricos y su cura, que se ven
sacudidos por los acontecimientos históricos, sobre todo por el estallido de la
Guerra civil. Este acontecimiento pone a cada cual en la situación crítica de
definirse ante su propia conciencia. Al igual que los personajes, adquiere este
pueblecito el valor simbólico de representar a España en uno de los momentos
críticos de su historia.
En cuanto al
estilo y la lengua de Sender, la primera cualidad que destaca en su prosa es
una sobria sencillez. En ella, lo vital y emotivo se impone a lo conceptual, de
modo que salen beneficiadas la
naturalidad y la transparencia expresivas. Y, aunque el lenguaje es sencillo, eso no le quita a la obra la
intensidad y la conmovedora profundidad que tiene. Réquiem por un
campesino español se encuadra dentro de la "novela social" de posguerra y, en
este sentido, debemos destacar los rasgos
que comparte con esta corriente novelesca característica de los años 50: prioridad
del contenido, al que se subordinan las técnicas narrativas; la estructura del
relato es aparentemente sencilla; desnudez y concisión en las descripciones; es
propio de la novela social el personaje representativo (simbólico), tomado como
la síntesis de una clase o grupo; técnicas derivadas del objetivismo: el
novelista no aparece; el lenguaje adopta el estilo de crónica, desnudo y
directo; uso de expresiones coloquiales o vulgares (“pa`heredarla”); uso de palabras populares (“hacer fuineta”, “echar roncas”, “pijaitos”).
En conclusión, se trata de la obra maestra de
Ramón J. Sender; una obra escrita en clave realista, pero cargada de una honda
emoción y contenido simbólico. A la vez, es una de las grandes novelas del exilio y de
las que componen la corriente de la "novela social" en la década de
los años 50. Y su autor Ramón J. Sender se ha convertido en un clásico de la
literatura española contemporánea.